Carteras y Bolsos
Ana- Viejas, tengo 56 años y solo he comprado una cartera. Esta compra única fue una pieza de arte: grande, escultural, y pues; ya no la tengo.
Todas las carteras o bolsos que tengo me los han regalado y todos tienen valor sentimental. Mi esposo y mi hermana me han dado carteras. Tengo una "riñonera" muy singular, desde have 40 años, que me regaló un amigo muy querido. Tengo una cartera de noche; aún mas antigua. Mi cartera de diario fue un regalo de mi mamá. Encuentro un poco impráctica la forma en que simplemente cuelga sobre mi hombro. Un día pasando el rato con mi hijo menor, comencé a quejarme de la cartera y me dijo: "ok, para. Te voy a mostrar algo". Me mostró cómo voltear la cartera y usarla como una mochila. Ahora siempre llevo mi cartera puesta, no la dejo colgar. Viejas, me encanta esa sensación de llevar la cartera puesta. Por eso ahora me gustan las cartera-cinturón. Solo estoy esperando mi próximo cumpleaños.
Corina - Los estilos de bolsos o carteras tienden a cambiar más lentamente que los de ropa lo cual funciona bien para viejas como yo. No tengo muchos bolsos y los que tengo tienen más que ver con su utilidad que con cualquier otra cosa. Mis bolsos son de colores neutros y formas clásicas. Van con una amplia variedad de atuendos, así que no tengo que cambiarlos a menudo. También tienden a ser grandes, para poder cargar muchas. Una correa para el hombro es imprescindible, para que mis manos siempre están libres. Sin embargo, a veces ¿quién puede resistirse a un estilo de moda? ¿Recuerdan los carteras hechas de caja de cigarros? ¡Tenía que tener una!
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